Algo me inquieta y no sé qué es... o quizá lo sé pero finjo lo contrario. Ya suman tres noches como ésta, con ese tic-tac de fondo y aquel extraño ruido que habita mi cabeza: el caos. Si estuviese fuera de mi mente y mi cuerpo sería más fácil saber qué pasa, podría hacer algo.
Necesito dormir.
¿Acaso existe un parásito que se alimente de mi necesidad de dormir? Afortunadamente mis sueños no los puede devorar, ellos siguen conmigo.
¿Recuerdas qué soñaste anoche? ¿A qué te supo ese sueño? Sí, sabía a la felicidad que la realidad no tiene. No, no tenía ese gusto de los edulcorantes que conoces de sobra, esos que viene en diferentes presentaciones: dinero, pertenencias, objetos de todo tipo, risas forzadas y huecas.
Ésa sí era dulce de verdad, felicidad real. ¡Necesito saborearla nuevamente!
Déjame en ese estado de inconsciencia hasta saciarme.
L.W.O
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.