Después de viajar alrededor del mundo, Pequeña Burbuja de Jabón llegó hasta esa acogedora habitación. Estaba decidida a dormir por siempre: su cansancio era infinito.
De repente, se sintió observada. Encontró un par de ojos llorosos que la miraban. La fuerza regresó a ella y decidió continuar con su travesía, esta vez acompañada.
Se acercó hasta la cama donde la niña estaba recostada, la arropó con su cuerpo y se fueron volando juntas hacia el infinito, impulsadas por una tibia ráfaga de aire.
L.W.O
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.